ENGASTES EN CÓRDOBA

Engaste en bisel o en chatón

Consiste en rodear el brillante con el metal para cubrir ligeramente sus bordes. Es el engaste más seguro porque el material cubre parte de la gema y la inmoviliza.

Engaste por tensión

Esta técnica se basa en ubicar la piedra en una franja de la pieza, de esta manera se transmite la sensación de que el mineral está en el aire. Dada la tensión que se necesita para asegurar la inmovilidad, este tipo de agarre implica el uso de una piedra resistente. Estos son los casos del diamante, rubí o el zafiro entre otras variedades.

Microengaste

Es una de las técnicas más frecuentes. Se caracteriza por el montaje de piedras de pequeño tamaño (normalmente con diámetro inferior a 1,4 mm) en la superficie metálica de una joya, en varias filas y sin separación entre sí.

Engaste en garras

El engaste en garras se utiliza comúnmente en el anillo de diamante solitario. Las garras sostienen la piedra en su lugar desde una posición abierta por lo que se les considera el más ligero de los engastes. Se puede usar en la mayoría de las formas de diamante.

Engaste en pavé

Con este método se consigue alinear los diamantes mediante pequeñas puntas de metal que semejan cuentas. Entre sus beneficios está que permite trabajar con una gran variedad de piedras y no impide que la luz pase a través de las mismas lo que destaca el brillo de la gema.

Engaste en canal o carril

Con este método se consigue alinear las gemas sin emplear metal entre los mismos para asegurar su sujeción. Este tipo de engaste posibilita trabajar con una gran variedad de piedras y permite que la luz se refleje en la totalidad de la superficie del diamante.

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